Versión 2: antónimos o diferentes.

Una iluminada sombra rodeó la plaza. Traía consigo una película de aspecto moderno. La cogió de un árbol.

La debilidad de la calma imposibilitó que se cerrara y se estabilizaran los capítulos. En la eternidad en la que se abrió, ninguno de ellos se fue liso.

Por la noche un viejo dejó la película. Se callaba Carolina y venía descansando desde casa. Cuando el alumno recibía clase, la película se alzo al techo y silenció su desinterés. La cerró, para su desinterés, los capítulos estaban en negro. Resultó que el primero se encontraba liso sin imágenes retenidas con insensible realidad.

Los maestros respondían por qué estaba vacío y cual era la indiferencia de su ausencia. Carolina se abstuvo, al no haber grabación ninguna, plagiaran una autenticidad a través de las secuencias de cada uno de los otros. Al empezar las clases y con la película totalmente grabada, Carolina olió un banco que le resultó repelente. Dudó si sacarlo del centro.

De repente, pocos pies arrogantes interrumpieron la secuencia que perdieron en la película, destruyendo la realidad: “la realidad de la gran película encontrada”

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