Yo me encontraba vigilando a los terrícolas de mi OVNI cuando vi una silueta que atravesaba un conjunto de árboles situados en medio de la ciudad. Llevaba consigo lo que ellos llaman “libro” y suelen usar para almacenar en ellos toda la información que no son capaces de guardar en sus minúsculos cerebros. El aire en movimiento que suele atravesar este planeta hizo que se movieran unas cuantas páginas y en momento que se cerró una de ellas quedo doblada.
Por la mañana un humano de sexo femenino, de los que tienen un tamaño menor, recogió el libro. Este sujeto se hacía llamar Carolina y se dirigía hacia el centro donde se reúnen todos los de menor tamaño y se dedican a estudiar diferentes materias, eso si en su variante más sencilla. Cuando el más grande de los terrícolas estaba dando sus explicaciones el libro cayó al suelo y llamo la atención de este. Cuando lo abrió ambos pudimos ver que las hojas estaban en blanco, en mi opinión casi mejor, para las chorradas que suelen escribir, a excepción de la última página que tenía palabras sueltas, sin ninguna coherencia entre si que yo pudiese descifrar.
Todos parecieron extrañados ante este. El sujeto Carolina propuso que escribieran una frase cada uno para escribir una historia. Cuando acabaron su reunión Carolina dejó el libro bajo un árbol en mi opinión llamativo.
Yo sentí curiosidad y seguí vigilando el libro durante un tiempo, muchos terrícolas se acercaban e iban rellenándolo, definitivamente, están locos estos terrícolas.
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